-Qué tal un cuento de terror para una noche terrorífica?
-Nada de eso, es muy tarde y he dicho que a dormir!
 
A los hermanos Gordon no les quedó más remedio que obedecer a su madre.
Era la noche de Halloween, ya se habían disfrazado, habían recorrido todas las casas de su barrio prometiendo no asustar a sus vecinos a cambio de caramelos y según su madre ya era hora de irse a dormir. Pero por el amor de Dios era la noche de brujas! Como podían unos niños de 10 y 8 años dormir en una noche así!?
Katherine Gordon estaba al tanto de todo, y esque todas las madres vienen así de fábrica, las construyen con las habilidades necesarias para estar siempre un paso por delante de sus hijos.
 
Una vez los vio acostados se hizo la inocente y se metió en su habitación cerrando la puerta tras de si para que pensaran que no tardaría en dormirse.
– Ya? – preguntó el más pequeño.
– Creo que sí.. – le respondió el mayor.
– Y qué hacemos ahora?
– Está claro no? Comer chuches y contar historias de terror.
– Pero…ya sabes que luego tengo pesadillas y no podré dormir..
– Y quien ha dicho que vayamos a dormir enano? tenemos que estar despiertos para ver a Oogey Boogey – a la vez que decía esto Brad se levantó de la cama para ser el primero en escoger algunas de las golosinas que habían recolectado a lo largo de la noche.
– Para ver a.. a quién?.. – el pequeño Robert empezaba a estar asustado, no le gustaban las ideas de su hermano pero sabía que contra él no podía hacer nada, al fin y al cabo era el mayor.
– A Oogey Boogey! No sabes quien es? – una mueca malvada se dibujó en su rostro.
– No.. y no quiero saberlo!
– Demasiado tarde..ya has preguntado -se acercó a su hermano lentamente y alzó los brazos para que la luz de la lámpara de la mesita de noche dibujara una sombra terrorífica a sus espaldas.
– Es un horrible monstruo que vaga por las calles en la noche de halloween y se lleva a todos los niños que encuentra a su paso aprovechando que sus padres están dormidos..
– Y.. y para qué quieres que nos vea! Entonces nos cogerá! – le temblaba la voz a causa del miedo que ya se había apoderado completamente de él.
– Jaja! Que tonto eres, si apagamos la luz y nos asomamos a la ventana con cuidado él no podrá vernos pero nosotros a él sí. Esa es la idea.
 
A Robert no le quedó más remedio que hacer guardia frente a la ventana como ordenó su hermano pero a medida que pasaban las horas iba estando menos asustado. Ese monstruo no iba a aparecer, ya era bastante tarde y seguramente ya habría recolectado niños suficientes por ese año y se habría ido a su casa a dormir, que es lo que debía estar haciendo todo el mundo excepto ellos en ese momento.
Se tumbó sobre la cama adormilado, le dolía el estómago de los dulces que había tomado. Ahora le tocaba hacer guardia a Brad que seguía mirando afuera expectante sin querer perderse ni un solo movimiento mientras que el pequeño estaba cada vez estaba más relajado y se le empezaban a cerrar los ojos.
– Ahí está! ahí está! Es él!! – Brad pegó un salto de la ventana y fue corriendo a avisar a su hermano que no acababa de reaccionar.
– Mira, mira! Justo en nuestra calle!- llevó a su hermano pequeño hasta la ventana y señaló el punto donde lo había visto pero no había ni rastro del monstruo.
Había desaparecido completamente y sin dejar rastro..
– Te lo has inventado..
– Que no! Te juro que estaba ahí, justo ahí! Mierda..
– Crees que te habrá oido?
– Cómo?
– Igual se ha escondido porque te ha oido gritar al despertarme
– No digas tonterías es Oogey Boogey por qué se iba a esconder?
 
"Para daros un susto dE MUERTE! BWAHAHAHAHA!!"
 
– AAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!
Los dos niños salieron corriendo hacia el cuarto de su madre y fueron directos a su cama.
– Mamá! mamá! un monstruo! hay un monstruo en la casa!!
– Un monstruo? Estais seguros? – su madre les siguió el juego.
– Sí sí, está aquí!
– Y sabeis de que monstruo se trata?
– Es Oogey Boogey – dijo Brad.
– Vaya.. el viejo Oogey Boogey..
– Le conoces? – Preguntó Rob
– Que si le conozco? Cuando yo era pequeña ya era bastante popular, además es su noche, siempre sale en Halloween para..bueno, mejor que no os lo diga.
– Que podemos hacer mamá?- los niños estaban cada vez más asustados.
– No os preocupeis que gracias a eso yo ya he aprendido a burlarlo, lo único que teneis que hacer es meteros en la cama y dormir, así Oogey Boogey que no está muy bien de la vista no podrá distinguiros ni oiros y se marchará sin más.
Los niños obedecieron inmediatamente a su madre y no tardaron en quedarse dormidos, ella hizo lo mismo pero con una sonrisa triunfal en la cara.
 
Que fácil es engañar y sugestionar a los niños verdad?
Lo que no se esperaba ninguno de los tres, especialmente lo que jamás habría imaginado Katherine, es que a la mañana siguiente más de la mitad de sus vecinos habían denunciado la desaparición de sus hijos.. en mitad de la noche.
 
 
This is Halloween!
MayLinG